Cuando se centra la atención en el grano de arena no se puede advertir la llegada de un tsunami.
Levantar la mirada y ver más allá de nuestro propio ombligo abre nuestras expectativas aumentando la capacidad de resolución de un conflicto.
Y te vamos a presentar tres decisiones que debes tener en cuenta para mantener en control de tus emociones:
1.- Piensa en compensaciones a largo plazo. Por toda tu atención más allá de lo momentáneo, de la inmediatez. Comprométete con los resultados duraderos
2.- Dale a cada cosa un justo significado, menciona tus emociones por su nombre y apellido.
3.- A pesar de las dificultades piensa en alternativas. Por más oscuro se vea el camino siempre hay una manera de encontrar la claridad. Prueba de maneras diferentes, controla también tus limitaciones.
Recuerda que lo más difícil de una decisión es tomarla, una vez hecho mantenga su compromiso, pronto verás que lo que parecía imposible resulta ser más sencillo de lo que parecía.
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