De pequeños nos enseñan a través de la familia, la escuela y el entorno muchos aspectos de la vida que luego son claves en nuestra personalidad. Nos enseñan a lavar nuestras manos antes de comer, amarrar nuestras trenzas, a sumar y leer, montar en bici.
Pero, ¿quien nos enseña a sentir nuestras emociones?
La manera en la que nos relacionamos tiene mucho que ver en el cómo gestionamos nuestras experiencias emocionales. Sentimos rabia, tristeza, alegría, en un vaivén constante durante el día, ¿cuántas veces nos detenemos a analizar nuestra conducta frente a cada una de estas experiencias?
Un ataque de rabia excesiva es muchas veces consecuencia de una emoción contenida y mal gestionada. la nostalgia prolongada es un indicativo de sentimientos no resueltos.
La educación emocional establece un método que les permite a cada persona entrenarse en el conocimiento, manejo y gestión positiva de sus emociones. Cuando salimos a patinar llevamos nuestro casco, rodilleras y guantes, también para vivir hay que prepararse.
Establecer estrategias, métodos y claves de gestión emocional elabora criterios elevados de liderazgo personal y profesional, te brinda la posibilidad de tener sentir de manera consciente, de establecer prioridades, de organizar tu tiempo, tus emociones, tus metas.
El dominio emocional es una característica de salud, su cuidado es tan importante como el cuidado del cuerpo; incluso la salud física es dependiente de la emocional, la mayoría de las enfermedades son productos de situaciones de vida desatendidas o mal gestionadas.
Desarrolla tu capacidad para relacionarte con las demás personas racionando tus propias emociones, aplicando un entrenamiento que fomente el nuevo hábito que perdure en el tiempo.
tu decides cambiar..
el entrenamiento emocional hace el resto..
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