
Somos energía, nuestro cuerpo es conductor de vibraciones, pulsiones de vida son las que nos conducen en vez de un lugar a otro, en vez de un destino a otro. El entorno está allí y nosotros en él, nuestra intención es la que determina la diferencia en la manera en la que el afuera nos afecta, nos motiva, nos perjudica o nos inspira.
Hay personas que viven su vida sin intención, son como botellas vacías arrojadas al mar de la vida, movidas por la olas de los acontecimientos sin tener control de su curso. La intención es energía vital para todo lo que nos propongamos, sin la intención no existe la pasión y la vida sin pasión, ¿es realmente vida?
Cuando hablamos de intención nos referimos a esa vibración que ponemos sobre las cosas, es esa energía que nos impulsa. Despertamos en las mañanas y nos decimos - "Hoy tendré un buen día" -, o estamos pensando en un regalo para ese alguien especial y vamos a buscar en las tiendas con la intención de sorprenderle, de alegrarle o de seducirle, esa intención será la que logre el resultado, puede ser el obsequio menos valioso o el día mas complicado, pero si pusiste tu intención en funcionamiento ya tienes más de la mitad del camino ganado.

Imagine ahora lo contrario, que un bateador sube a la base sin intención de golpear la pelota ¿podrá hacerlo? o imagine a un médico que reanima a un paciente en shock sin intención de devolverlo a la vida, ¿pondrá todo de sí para lograrlo?

La intención es un poder fundamental para la transformación, nadie que no tenga la intención de hacer algo, tomará la decisión y mucho menos llegará al final de lo que se ha propuesto con éxito. Asegúrate de añadir a cada receta, a cada relación, a cada trabajo una intención, y estarás más cerca de la felicidad.
Comentarios
Publicar un comentario