Quizás has oído aquello de que: “el amor todo lo perdona, todo lo acepta y todo lo puede”, y aunque pueda parecer una verdad absoluta, en las relaciones hay cosas que no se deben soportar ni tolerar, conoce a qué me refiero con la siguiente lectura.
Existen personas que tienen una necesidad de afecto inmensa y vuelcan esas carencias en quien han escogido como pareja. Constantemente exigen amor, atención, lo que termina agobiando al otro u otra y fracturando la relación.
Nadie tiene porque llenar nuestros vacíos, las personas vienen a acompañarnos, a compartir momentos de vida, quien debe llenar sus faltas interiores eres tu mismo. Cargar a la otra persona con tus propias responsabilidades emocionales es un grave error. Si tú no eres capaz de amarte y ser feliz contigo mismo: ¿Cómo crees que podrás ser feliz con alguien más?
Al principio de las relaciones el idilio reina, todo, hasta los defectos nos causan gracia, pero luego con el tiempo vienen los desencuentros. Por eso es importante establecer acuerdos desde el primer momento y estos acuerdos irlos renovando en el camino, mantener una comunicación constante y asertiva es parte del gran proceso de compartir la vida.
El respeto es clave en una relación, si no te crees capaz de seguir las normas que entre ambos acuerden ¿para qué quieres estar en una relación? La confianza es como un árbol que debe regarse, abonarse y cuidarse día tras día y eso se logra con constancia y mucho, pero mucho respeto.
Aprender a querer sin poseer es vital, no somos dueños de las personas, ni de su amor, cada uno a decidido por voluntad y no por obligación estar juntos, eso es lo importante, pero no deben perder su capacidad de ser por sí mismos, cada uno, mantener su afición, espacios, intereses y amistades fortalece la unión. Podemos vivir felices sin nuestras parejas, pero hemos decidido vivir con su compañía y hacerlo más emocionante.
Comentarios
Publicar un comentario