El desamor duele, durante un proceso de ruptura es fácil caer en el drama y la fatalidad, cómo no si nuestro cerebro está bajo una sobredosis de oxitocina y dopamina, esas son las enzimas responsables de la sensación de apego que se produce en la fase del enamoramiento.
Cuando la fase de enamoramiento es interrumpida la sensación que se produce es similar al síndrome de abstinencia que siente una persona con adicción al café, al cigarrillo o a una droga. Desequilibrio emocional, ansiedad, depresión, agobio, todas son consecuencia de la disminución de segregación de las enzimas del enamoramiento en nuestro cerebro.
Para superar el desamor se requiere de tiempo, es un proceso lento, paulatino, por eso lo mejor es tomar distancia y alejarse por un tiempo de los lugares comunes, mantener contacto con la persona de la que nos estamos separando hace más difícil el desapego.
Cuando estamos en el desamor es normal que nos sintamos tristes, lo más importante es aprender a gestionar esa tristeza. Podemos estar tristes y aún así salir a pasear, leer un buen libro, trabajar, compartir con amistades.
Es común caer en el drama cuando se está atravesando una separación, intenta ajustarte a la realidad, evita idealizar a la persona. Nuestra mente nos tiende una trampa y nos hace ver cosas que no son reales, aprovecha el tiempo en soledad para estructurar tus emociones.
Practicar algún deporte, un hobby y retomar los círculos de amistades ayuda a despejar el pensamiento y así el cerebro libera por otros medios oxitocina y dopamina.
Apuesta por la vía de la comunicación para resolver una ruptura, recuerda respetar al otro o a la otra, de esa manera estarás respetando tus propias emociones. No alimentes falsas esperanzas, afronta la nueva situación, intenta observar las ventajas que esta nueva experiencia te ofrece.
Lo más importante, recuerda que todo ocaso significa que pronto llegará el amanecer, todo pasa, se renueva y se transforma.
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