Algunas veces nuestro cerebro nos juega malas pasadas haciéndonos ver un naufragio donde sólo hay una turbulencia.
Nuestras cortezas cerebrales aunque se han desarrollado durante milenios y nos han dotado de una capacidad de inteligencia diferente a la del resto de los seres vivos, mantienen raíces con la conducta primitiva en algunas de sus fases.
Nuestro cerebro reptil o tronco encefálico, es la parte más antigua de nuestra conformación cerebral. En ella radican los comportamientos instintivos como la supervivencia y la territorialidad.
Cuando nuestro cerebro detecta una amenaza o una situación de riesgo, activa una serie de alarmas que estimulan la segregación de enzimas en el cerebro reptiliano, activándose el reflejo de parálisis, retraimiento o escape.
En ocasiones estos mecanismos de defensa de nuestro cerebro actúan como limitantes frente al emprendimiento en diferentes áreas, ya que siempre nos hacen ver lo negativo posible en todas las situaciones que se nos presenten. Nos convertimos en detectores de catástrofes y videntes del mal perennes.
Para vencer el temor que nos puede producir una situación que nos lleve a salir de nuestro estado de confort como por ejemplo emprender un negocio propio y dejar de depender de un salario, es importante reconducir las sensaciones de inestabilidad o puntos ciegos que pueda reproducir nuestra mente y que puedan trabajar en nuestra contra:
1.Filtros: nuestro cerebro filtra de forma natural todas las sensaciones que recibe del exterior buscando potenciales amenazas, esto conlleva a la angustia de sentirse inseguro en cualquier lugar. Reconocer este temor es importante para bloquear la infelicidad. Es normal que lo desconocido nos cause desconfianza, pero debemos darnos la oportunidad de conocer y aprender de lo que nos rodea.
2.Suposiciones: asumir lo peor en la mayoría de los casos es parte de las tareas de nuestro interior primitivo, esto para prepararnos ante situaciones de riesgos "por si las dudas". Por más que podamos vaticinar un resultado, es posible que el pronóstico se equivoque. Sólo la vivencia podría darnos la respuesta sobre aquello que deseamos experimentar. Nos toca analizar de manera racional las posibilidades reales y correlaciones de fuerza que intervienen en aquello que se desea alcanzar.
3.Predicciones: para evitar caer en situaciones en las que no tengamos el control, nuestro cerebro busca adelantarse a las circunstancias tratando de alertarnos ante los posibles escenarios en los que todo sale mal. Pero necesariamente ese no tiene por qué ser el final de nuestros proyectos, es importante arriesgarse y vivir las experiencias, para no lamentar haber perdido las oportunidades presentadas.
4.Recuerdos desagradables: nuestro cerebro guarda registros de experiencias pasadas desagradables, cuando presiente que se aproxima una vivencia similar activa las alarmas y nos hace retroceder ante cualquier intento. Aunque bien es cierto que chocar con la misma piedra dos veces es de distraídos, cada momento es diferente al otro y ninguna experiencia se asemeja entre sí, todas hacen parte del crecimiento individual.
5.Etiquetas: asociamos personas y espacios a contextos de inseguridad, así un pasillo oscuro o un edificio alto representan lugares inestables o alguien vestido de una u otra manera nos genera desconfianza. Muchas veces juzgamos el libro por la portada sin pensar que lo que puede parecer un cangrejo puede convertirse en una gran oportunidad de vida.
6.Emociones: por lo general pueden segar nuestro juicio y hacernos experimentar sensaciones de inestabilidad. Saber reconocerlas y controlarlas es vital para poder tomar las mejores decisiones en base a la seguridad de hacer lo que se desea realmente.
7. Exageración: para salvarnos de malos momentos, nuestro cerebro llega a exagerar la verdadera perspectiva de las cosas que vivimos. Reconócelo y busca ver aquello desde el papel de un espectador, salte de la situación y mírala desde lejos para que puedas apreciarla tal como es sin el efecto de la idealización o la tergiversación emocional.
Ten en cuenta estos siete puntos ciegos y fortalece tus destrezas emocionales para neutralizar los nudos críticos en tus proyectos y los traspiés emocionales.
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