Cuando sabemos hacia donde tenemos encaminada nuestra intención en la vida, por más agrio que sea el proceso, nada nos apartará del resultado. Toda persona establece asociaciones a lo largo de su desarrollo con el dolor y el placer, de esa manera aprendemos primitivamente que el calor quema y que el helado es dulce. Muchas de las razones por las que no logramos concretar nuestros proyectos es por el tipo de asociación que hacemos de estos dos sentimientos y la manera en cómo los gestionamos. Tal vez usted desea graduarse el año próximo, pero para eso debe sacrificar algunos paseos a la playa o idas al cine, debe concentrarse en la investigación de su proyecto. Observemos del anterior ejemplo lo siguiente: tal vez usted puede pensar, no dejaré de hacer lo que me gusta por terminar mi tesis, pensando en el dolor inmediato que le produciría perderse ese viaje con los amigos por quedarse en casa estudiando. Usted está pensando ...
Proyecto altruista que surge de la necesidad de superar el analfabetismo emocional tan abundante en la sociedad contemporánea.