Una decisión implica tomar un impulso definitivo y caminar hacia él hasta conseguir el objetivo planteado, en este post te mostraré seis claves que puedes aplicar para conseguir que tus decisiones consigan los frutos definitivos a largo plazo:
1. Una verdadera decisión se basa en el compromiso con ella: cuando se toma una decisión se está asumiendo un acuerdo con aquello con lo que nos hemos propuesto, para mantenernos en ese estado de compromiso es importante abandonar esos pensamiento que nos hacen dar vueltas pensando en si en verdad podremos lograrlo o que pasará si no lo logramos, todo lo contrario, una vez se toma una decisión vamos por ella sin permitirnos titubeos o dudas, nos encaminamos hacia ella con determinación y colocando nuestro esfuerzo en el proceso.

3. Asume el poder de las decisiones: una decisión puede cambiar nuestra vida, igual aquellas que dejamos de tomar a lo largo del camino. Toda decisión implica una interacción entre la causa, efecto, consecuencias, debemos ser conscientes de esto y asumir los cambios que de nuestras decisiones deriven.
4. Deje que sus decisiones le enseñen: cada decisión será emprender un proceso, ese proceso le mostrará parte de sus virtudes y de sus debilidades, es allí donde encontrará la fuente de aprendizaje para alcanzar futuros compromisos, podrá reconocer fácilmente cuáles son sus posibilidades ante cada situación determinada.

6. Sea flexible pero comprometido: en el proceso es posible que requiera ir adaptando su estrategia al contexto que se le presente, hágalo si es necesario, pero tenga en cuenta no perder el horizonte de aquello con lo que se ha comprometido.
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